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Foto tomada a Tocumbo desde las Tres Cruces
Foto. Miguel Segundo. |
Fue conquistado por Cristóbal de Olid y pasó a formar parte
de Tingüindín, que se constituyó en tenientazgo general y dependía de la
alcaldía mayor de Peribán. Tocumbo pasó a formar parte en el siglo XVII, de la
estancia propiedad de Doña Andrea de Luna, al sur de la cabecera de Tingüindín,
en distancia de 2 leguas, ahí vivían y trabajaban 24 familias de españoles,
mulatos y mestizos.
Posteriormente estas tierras pasaron a manos de los
jesuitas, quienes tuvieron haciendas en donde producían grandes cantidades de
trigo. Al decretarse su expulsión, en 1767, los religiosos de la compañía de
Jesús traspasaron sus haciendas a parientes y servidores, continuando su
explotación y aunque la hacienda de Tocumbo aparece como propiedad de José
Godinez y Socios, puede decirse que siguió perteneciendo a la compañía, y al
parecer, se cuidó de que estas propiedades no llegaran a manos de fuereños pues
para 1800, se constituyó una congregación de los señores Andrade, Chávez,
Godinez, Medina, Alcázar y Villanueva, que compraron propiedades locales.
En 1867, la región fue ocupada por los franceses y Tocumbo,
era paso obligado tanto para Uruapan como para tierra caliente y sufrió las
consecuencias, al ser paso tanto de los chinacos como de franceses. Desde la
región centro oriental de Michoacán se escogieron puntos clave para la ofensiva
republicana, bajo el mando de Villado. En la hacienda de Tocumbo se formó una
línea republicana que resistió el combate imperialista. Después de varias
derrotas, el general Arteaga organizó el ejército del centro occidente en
guerrillas, y en 1867 se recuperó Zamora y la capital Michoacana, restaurándose
la República.